"Todo se transforma", Jorge Drexler

Antes de que a Jorge Drexler le dieran el Óscar por la canción "Al otro la do del río", apenas lo conocía la mayoría de la gente. De hecho, si no fuera porque desafió a la organización del evento cantando su canción al recoger la estatuílla(al no ser mediático, decidieron que quedaría mejor que el tema lo interpretara Antonio Banderas en la ceremonia), su éxito habría tenido muy escasa repercusión. Pero como este urugayo lleva varios años residiendo en España, no fueron pocos los que quisieron convertir su Óscar en un trofeo español, lo que , al menos, le sirvió para darse a conocer al gran público patrio.
Ya han pasado tres años desde la ceremonia del 2005, y como la memoria es frágil y el éxito efímero, hoy, de nuevo, poca gente conoce a Jorge Drexler. Pero cuando digo "poca gente", me refiero a la gente justa y necesaria; a los que aman sus canciones, compran sus discos y llenan las salas en las que actúa. Porque, siendo una institución como es en Sudamérica, en España sigue siendo un gran desconocido.
Cosas del destino, este año la ONCE utilizó éste tema suyo, "Todo se transforma", para una campaña publicitaria, lo que lo ha convertido en una canción medianamente conocida.
Los que conocíamos a Drexler antes del Óscar, y lo seguimos escuchando años después, sabemos que es ésta una de sus mejores composiciones, con una letra cargada de filosofía. Todo en la vida está dentro de un ciclo, pero nada llega a terminarse del todo jamás, si no que sufre transformaciones. El amor no desaparece,se convierte en odio, amistad...O a la inversa. Como bien dice Drexler, "Todo se transforma".
También estoy con él cuando proclama que "Cada uno da lo que recibe; luego recibe lo que da", no puede ser más cierto. Si todos fuéramos conscientes de lo que ésta máxima significa todo sería más fácil. Yo siempre he dicho que intento tratar a la gente como me gusta que me traten a mí. No podemos pretender encerrarnos en nosotros mismos y recibirlo todo de los demás. Debemos olvidar los miedos, las vergüenzas...Pensar que, quizá ésa caricia que no damos por temor, puede provocar el más terrible escalofrío en el receptor. Pero si nos guardamos ésos gestos, nos los quedamos para nosotros, ¿de qué sirven?. ¿Por qué sentir para uno mismo?.