Los que me conocéis sabéis bien lo que puede llegar a apasionarme hacer listas. Recopilar y después ordenar canciones o discos es uno de mis mayores vicios, y hace ya tiempo que venía pensando en la idea de escribir un post a final de cada mes reuniendo las canciones que más me hayan gustado. Pienso que es una buena manera de ponerle una banda sonora distinta a cada mes y, por qué no, echar la vista atrás y volver a disfrutar de canciones que siempre merece la pena volver a escuchar. Sin más rodeos, éstas son las diez de marzo;
10. "De cara al interior",Daniel Merino y Alfredo González
Lucinda Williams es de largo mi songwriter femenina preferida. La norteamericana, reina del folk country sin discusión, lleva más de treinta años en esto de la música y ha publicado algunos discos que no deberían faltar en la estantería de ningún melómano. La de Louisiana, que tocó el cielo con Car Wheels On A Gravel Road (uno de mis discos favoritos de todos los tiempos), pasó por un bache con su anterior trabajo, el flojo Little Honey, pero ha vuelto con ganas de redimirse y vaya si lo ha hecho. Blessed, su nuevo y recién estrenado álbum, vuelve a mostrarnos a esa escritora de canciones que siempre sabe dar con la tecla adecuada a la hora de arañarte con una canción. Ayer mismo, Quique González decía en una entrevista a Efeeme "si escuchas el nuevo disco de Lucinda Williams, que igual lo ha hecho en dos tardes, y es lo de siempre, pero es...uf... Escuchas las canciones de ella, con la guitarra en la cocina y, sí, es lo de siempre, pero es que son tremendas, y hacer eso, hacer las cosas simples, hacer canciones sencillas, es lo más difícil. Y tampoco me imagino a Lucinda diciendo "estoy haciendo lo de siempre". Lo hace y ya está.". La verdad, no puedo estar más de acuerdo con el Kid. Un ejemplo perfecto es Copenhaguen, una canción que no inventa nada nuevo pero que consigue transportarte, emocionarte y atraparte con una facilidad asombrosa. Y qué bien suena este tema mientras no para de llover...
Hay discos y canciones que parece que estuvieran grabados con una determinada función; algunos son para escuchar relajado y con los ojos cerrados, otros son perfectos para hacer el amor, otros te animan, hay discos perfectos para escuchar mientras lees o escribes...Car wheels on a gravel road es un disco que nació para ser escuchado en la carretera, mientras viajas y quemas la brea que vas dejando a tus espaldas. Mucha gente habla del placer que supone escuchar música mientras conduces, y aunque yo a mis 24 años aún no haya experimentado ésa sensación (no, no tengo el carnet de conducir), sí que viajo bastante, de hecho casi todos los viernes y domingos, y puedo asegurar que el disco de Lucinda Williams es ideal para escuchar sobre el asfalto. Hablar de Lucinda Williams es hablar del country y el folk americano hechos mujer. A sus 55 años la estadounidense ha publicado 9 discos desde que empezara su carrera allá por 1979, una producción relativamente baja, aunque la calidad de cada uno de ellos justifique ese espacio temporal entre la publicación de sus álbums. Pocos discos, sí, pero cuidados al detalle y deslumbrantes todos ellos. Empecé con Lucinda a principios de verano y desde entonces ya he devorado toda sus discografía, es una artista que ahora mismo veo como imprescindible, lógico que sea tan respetada y que me la hayan recomendado tantísimas veces. Car wheels on a gravel road es el disco que más me gusta de esta vieja rockera, lo publicó en 1998 y supuso el salto definitivo de Lucinda a la primera línea de artistas folk norteamericanos. El disco obtuvo un Grammy al mejor disco de folk contemporáneo y le sirvió para dar una gira junto al mismísimo Bob Dylan. Car wheels on a gravel road es un disco que todos deberíamos tener a mano en nuestras habitaciones y, por supuesto, en vuestros coches, y Right in time la canción que haría escuchar a alguien que todavía no ha empezado con Lucinda Williams, imposible no engancharse...