Si duda alguna, esta es una de las canciones más importantes de la historia de la música española. Digo importante porque decir una de las mejores sería quedarse corto. Es una canción redonda, de pricipio a fín, y quién mejor para interpretarla que Iván Ferreiro.
Muchas veces las personas hacia las que sentimos ciertos sentimientos, prefieren que no se los expresemos, unas veces por no poder correspondernos; otras , en cambio, porque piensan que si no lo exteriorizamos no va a existir. Es algo así como si tú no me dices que me gustas yo no tengo porque saber que te gusto. Un juego, pero no de niños precisamente. En esta canción Iván promete dejar de llamar, escribir, y pensar en una chica, pero al final no puede hacer si no prometer todo lo contrario.
Yo no suelo ser de los que me guardo las cosas, porque la verdad es que no tengo tanto espacio dentro de mí como para guardar todo lo que pienso y siento, pero hay veces en las que no me queda otro remedio. Yo, si quieres te prometo que no te voy a llamar, ni a escribir, ni a pensar en tí...Otra cosa es que lo cumpla, porque al fín y al cabo, son sólo promesas, Promesas que no valen nada...
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