
Hoy, siguiendo con el repaso sobre los mejores cantautores del país que comencé hace unas semanas, vengo a hablaros de otro de los más grandes, el maestro Carlos Chaouen. Nació en la gaditana localidad de San Fernando el octubre de 1974, se mudó a Madrid a los doce años y ahí donde le teneis, se licenció en Psicología, cursó un máster en psicoanalisis y trabajó en varios hospitales psiquiátricos.
Sus primeros pasos en la música los dio con Crápulas Flor, pero pronto sintio la necesidad de darle a sus canciones la calidez y la intimidad de las salas pequeñas, poder leer las reacciones de su público en sus ojos, teniéndolos bien cerca. Como Juan Carlos Sánchez Ceballos, que así es como se llama, no le parecía un nombre con gancho, decidió tomar el nombre de la ciudad marroquí de Chef-Chaouen y con la guitarra a cuestas empezó a patearse las salas madrileñas, empezando por las más pequeñas para ir escalando poco a poco. Compartió a menudo escenario con Quique González, y después de participar en un disco que recogía canciones de la nueva generación de cantautores que se estaba fraguando entonces, grabó su primer disco un año después, Carlos Chaouen. Era 1998, Carlos llevaba un curioso peinado y la portada era horrorosa, pero el disco contenía ya alguna joya como Bosque lejano o Tu ombligo, dos de mis canciones favoritas del de Cádiz. Dos años después llegó Maldita, y Carlos seguía afianzando el camino con maravillas como Carita de pena, Necesito la luz o Mi habitación en tus pupilas. Universo Abierto (2003) es también un disco fantástico, pero el gran salto mortal lo dio con Tótem (2005), uno de los mejores discos nacionales de los últimos años sin duda, donde puedes encontrar canciones como Corazón, Agua y Horizonte o la excepcional Semilla en la tierra (me pongo nervioso sólo de nombrarla).
Carlos es desde hace años toda una referencia en el rock de autor nacional, uno de los artistas más repetados por público y compañeros del gremio sin duda. Para mí

"Semilla en la tierra", porque es LA CANCIÓN de Carlos Chaouen, con una de las mejores letras que nadie jamás haya escrito en este país. Además os dejo una versión que ya casi es leyenda, la ocasión en la que Carlos la tocó en el programa de Jesús Quintero delante de El Cigala, que se emociona visiblemente al escuchar semejante maravilla. Impresionante también cómo se unen espontaneamente los guitarristas de El Cigala...
"Desfile de gaviotas", porque me parte en dos, siempre lo hecho y lo seguirá haciendo mientras la escuche. Porque sólo por la frase "siento un desfile de gaviotas e el brazo" ya merece estar en mi memoria hasta el fin de los días...
"Bosque lejano", porque hay algo en esta canción, sobre todo en el estribillo, que me parece mágico...
"Agua y Horizonte", porque me resulta imposible dejarla fuera de mis canciones faoritas de Carlos...
"A medio pulmón", por lo que enfermo y lo que curo, por lo que fumo, por lo que engancha...