Hoy viernes quiero compartir con vosotros tres canciones más que añadir a esta sección llamada Música para las tardes de otoño, tres canciones de esas que tanto me gustan y que invitan a escucharlas tapados con una manta, cerca del radiador y con un buen café entre las manos. Os propongo un viaje para el que no tenéis que moveros de vuestros asientos ni preocuparos por los billetes, pasaportes ni equipaje, todo corre a cuenta de la casa... El primer destino será Australia, donde haremos una parada de menos de cinco minutos en el Into my arms de Nick Cave, un tema que me tiene enganchado y que, por cierto, versionan a las mil maravillas los chicos de Tulsa en su último disco. La siguiente escala será en California, pero lejos de las playas y la silicona, nos detendremos en Ol´55, una de las mejores canciones del que sin duda es uno de mis discos favoritos de la historia , el Closing Time de Tom Waits. Antes de volver a casa, aprovechando que pisamos suelo norteamericano, visitaremos Nuevo México para disfrutar de The Weary Kind, una delicia que Ryan Bingham compuso para la película Crazy Heart y que no ha parado de sonar en mi habitación en toda la semana. Después de semejante kilometrada, y con el estómago lleno de buenas canciones, podéis ir en paz y disfrutar de este fin de semana que se nos viene encima. Sed buenos...
"Into my arms", Nick Cave
"Ol´55", Tom Waits
"The Weary Kind", Ryan Bingham
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viernes, 5 de noviembre de 2010
lunes, 18 de mayo de 2009
"Ol´55", Tom Waits
Pasan los años, y vas dándote cuenta de que esos platos que te preparaba tu madre no están tan malos como creías de niño. A medida que te vas haciendo mayor, compruebas que el mundo no es tan bonito como pensabas, que se te ha hecho tarde para ser futbolista, que el tabaco es malo y que apenas hay políticos que merezcan la pena. Con el tiempo, te pones y te quitas pendientes, echas la vista atrás y piensas que ese peinado que tanto te gustaba era ridículo, y comprendes que eso que imaginabas amor simplemente era la efervescencia de las hormonas. Te desilusionas al saber que los Reyes Magos son los padres, y al ver que pese al avance de las ciencias aún no se ha inventado la teletransportación. Pasa el tiempo y entiendes que las historias de guerra que te contaba tu abuelo no eran simples batallitas, aquello sucedió hace no mucho, y él ya no está para contártelo. Vas conociendo gente, pero comprendes que los amigos de verdad los puedes contar con los dedos de las manos. El vino, que antes te sabía a rayos, va cogiendo sabor en tu boca, y entiendes por qué tu profesor de literatura te recomendaba leer a Lorca o Ángel González. Te lamentas por no haber prestado más atención a la profesora de matemáticas, y vas cogiendo consciencia de que ayudar a tu padre en su trabajo no es esclavitud o explotación como antes pensabas, si no una obligación. Pasa la vida, y cambias los posters de Lara Croft por los de Quique González o Antonio Vega, y el espacio que deja en tu pared esa chica semidesnuda y amarillenta ahora lo ocupa una reproducción de La noche estrellada. Pasan los días, y un día descubres que ese hombre con la voz rota que se parece a Salvatore, el personaje de En el nombre de la rosa, encorvado al piano, que antes te daba miedo, hoy puede hacerte llorar con una sola canción...
sábado, 27 de diciembre de 2008
"Downtown train", Tom Waits
Tom Waits es uno de los mayores descubrimientos que he hecho en los últimos años. Sí, sé que escucharle es casi una obligación y que no he descubierto América precisamente , pero no podía imaginar que detrás de esa voz rugosa y rasgada se escondieran canciones tan increíbles como ésta que os dejo, Downtown train. Los temas del californiano desprenden a menudo olor a alcohol y tabaco, y la influencia de gente como Charles Bukowsky es palpable y evidente en sus letras. Su voz, grave y desgarrada como pocas, es el perfecto hilo conductor, la ejecución sonora perfecta de su literatura. Imposible de encasillar en un género concreto, Waits es el autor de otro de esos discos que no debería faltar en ningún sitio, Closing time, una auténtica joya, un trabajo esencial para cualquier amante de la buena música.
Os dejo con una actuación de 1986 en la que Waits interpreta Downtown train con su guitarra y un contrabajo susurrando a sus espaldas, espectacular. Espero, como siempre, que os guste, ¡saludos!
Os dejo con una actuación de 1986 en la que Waits interpreta Downtown train con su guitarra y un contrabajo susurrando a sus espaldas, espectacular. Espero, como siempre, que os guste, ¡saludos!
jueves, 9 de octubre de 2008
"Underground", Tom Waits
Tom Waits se me antoja un personaje de lo más fascinante, su voz, su mirada, sus siempre oscuras canciones... El año pasado llegué a plantearme el ir a su concierto en Euskadi, pero el alto precio de la entrada y el que por aquel entonces no me gustara tanto su música me echaron para atrás. Hoy me arrepiento. De hecho, hoy viajaría mucho más lejos que a Donosti (donde fue el concierto) para poder ver un concierto suyo. Llevo dándole vueltas toda la semana a lo estúpido que fui, pude coger las entradas fácilmente y no lo hice por las razones que os he contado, y ahora cuando voy a la universidad todas las mañanas me torturan los carteles del concierto que siguen pegados en los andamios de una obra que, dicho sea de paso, no sé cuando piensan acabar. Underground es una de las canciones más tenebrosas del estadounidense, y creo que es un tema que sólo él podría interpretar, sin su voz no conseguiría esa atmósfera tan tétrica que a mí, no lo voy a negar, me acojona. Creo que esta debe ser la canción que suena cuando estás descendiendo al infierno, pero a mí me encanta...
miércoles, 27 de agosto de 2008
"Old shoes", Tom Waits
Me da la impresión de que mis horas de estudio se han acabado por hoy. Noto como a medida que se va acercando mi primer examen me voy desinflando poco a poco, y cada vez son menos las ganas que tengo de hacer nada. Me voy a quedar en casa para por lo menos hacer algún esquema, que aunque no me vaya a servir de nada al menos me mantiene algo ocupado, y más ligero de conciencia... Estaba echándole un vistazo al blog y me he dado cuenta de que aún no lo he dedicado ninguna entrada a Tom Waits, uno de los cantantes que más he escuchado en los últimos años, desde que lo descubrí precisamente gracias a ésta canción, Old shoes. Tom nació en el estado de California hace ahora casi 60 años, y además de ser un cantante de reconocida reputación, también es pianista, además de haber trabajado como actor en unas cuantas películas. Publicó en 1973 su primer disco, Closing time (al que pertenece la canción) después de haber trabajado en algunos cabarés de Los Ángeles, y desde entonces ha publicado más de 20 nuevos discos. Closing time es un disco de referencia para muchos artistas, como por ejemplo Rebeca Jiménez, que lo considera su disco favorito, y la verdad es que no es para menos. La voz de Tom se sale de lo típico, es tan diferente que convierte cada una de sus canciones en inimitable, y las letras de sus canciones son una auténtica gozada, especialmente si te gusta el escritor norteamericano Charles Bukowsky, con cuya literatura tiene muchas similitudes. El último disco lo publicó hace ya un par de años bajo el título de Orphans, y fue en julio de este mismo año la primera vez que pisó la península, dando un concierto en el Kursaal de Donosti. Podría seguir contandoós cosas de éste gran artista, y es que no ha parado ni un instante en su vida, pero creo que será mejor que su música hable por mí. Old shoes, una canción perfecta para introducirte en el mundo de Waits, y una buena oportunidad para disfrutar en cinco minutos con la voz de este genio. Saludos!
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