La mañana avanza sin nada en especial que hacer, y como tengo todo el tiempo del mundo, os voy a enseñar cuál es una de mis canciones favoritas. Es algo más que una canción, se podría decir que es uno de los temas principales de la banda sonora de mi vida, y eso es mucho decir.
Hace años, cuando apenas tenía diez primaveras, internet era algo desconocido para mí, y como era un niño los cassettes de música estaban reservados para días especiales como cumpleaños, Reyes Magos, buenas notas...Era muy difícil tener las canciones que querías. El caso es que yo me pasaba el día escuchando la radio, con una cinta virgen dentro del cassete, preparado para grabar cualquier canción que me llamara la atención y así poder escucharla cuantas veces quisiera. Pasé semanas persiguiendo ésta, Mr. Jones, y, como sigo haciendo con mi casi cuarto de siglo, la escuché y escuché hasta la saciedad. Por aquel entonces mi conocimiento del inglés se reducía al nombre de los colores, los animales, y el presente indicativo, supongo, lo que no me impedía cantarla a todas horas. Me daba igual el palo de una escoba, que una espada de mosquetero o el bastón de mi abuelo; yo quería tocar la guitarra de ésa canción, yo quería cantar ésa canción.
La vida quiso que, al paso de los años, aprendiera inglés y comenzara a entender lo que había pasado la vida inventándome, y resultó que la canción habla de eso, del éxito, de las ganas de ser estrellas que todos, alguna vez, hemos sentido. "...Todos queremos ser estrellas...", "...quiero ser Bob Dylan...", grita Adam Duritz mientras se deja la voz en la canción. Estoy seguro de que, como en este caso, no hace falta entender la letra para saber lo que la canción te está diciendo. Es lo bonito de la música, será por esto que dicen que no tiene fronteras.
Para terminar con la historia de esta canción, hará un par de años, me estaba duchando en mi casa, asesinando canciones con mi limitada e insuficiente voz, y , al salir, sonaba Mr. Jones. Mi madre estaba en el pasillo, y al abrir la puerta del baño para salir, me dijo; "¿Sigues escuchando esta canción?. Todavía me acuerdo cuando eras pequeño, que la ponías a todas horas y hacías como que tocabas la guitarra con lo primero que pillabas por banda...". No sé, me parece precioso pensar que cuando mi madre escucha la canción ya sea en la tele o en la radio, tiene el mismo recuerdo que yo, ese niño rubio que jugaba a tocar la guitarra. Lo que mi madre no sabe es que no jugaba; soñaba con ser una estrella, un Bob Dylan.
La canción, la conoceis todos de sobra. Disfrutadla, y no dejeis de soñar.
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