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martes, 12 de marzo de 2013
"Whispers in the Dark", nuevo videoclip de Mumford & Sons
Marcus, Ben, Winston y Ted son cuatro músicos londinenses que hace apenas seis años decidieron formar Mumford & Sons, una de las bandas internacionales más exitosas de la acualidad. Ni mucho menos podían imaginar, allá por el 2007, que su folk les llevaría a recorrer los cinco continentes y que sus canciones serían coreadas por miles de personas en estadios abarrotados, pero el éxito, solo a veces, es justo con quien lo pelea con uñas y dientes. Sigh No More fue el disco que les abrió las puertas del cielo, pero lejos de acomodarse entre tal avalancha de críticas positivas y récords de ventas, siguieron trabajando para publicar hace unos meses Babel, su segundo y celebradísimo álbum. Quienes temieron que los londinenses vendieran su alma al diablo y perdieran la esencia que les ha llevado tan lejos estaban equivocados; Babel es un nuevo golpe en la mesa, una apuesta por continuar con un estilo y un proyecto, un compromiso con esa marea de seguidores que se han ganado a golpe de canciones. Hoy, en esta tarde de marzo qu amenaza nieve, quiero compartir con vosotros el clip que los británicos acaban de sacar del horno, Whispers in the Dark, uno de los temas más potentes de su último LP.
jueves, 22 de noviembre de 2012
"Hopeless Wanderer", Mumford & Sons
Como era de esperar, Babel, el segundo y flamante nuevo disco de mis admiradísimos Mumford & Sons está siendo el álbum que más estoy escuchando estos últimos meses, y con diferencia además. Reconozco que soy fan del grupo desde antes incluso que publicaran su primer trabajo, y aunque reconozco que tenía mis dudas sobre si conseguirían mantener el nivel de su celebradísimo Sigh No More, estos londinenses con atuendos del siglo pasado han demostrado que lo suyo, ni mucho menos, era un éxito pasajero. Sorprendentemente, he llegado a escuchar y a leer a críticos que afirman sin sonrojarse que este nuevo disco de los ingleses es "más de lo mismo" pero, ¿alguien esperaba que la banda se pasara a la electrónica o el hip hop habiéndose convertido por méritos propios en el mayor descubrimieno del country folk de los últimos tiempos?. No conviene tocar lo que funciona, y dentro del inconfundible estilo de Mumford & Sons, me atrevería a afirmar que este segundo álbum me gusta más incluso que el primero. De entre todas las canciones, como siempre me pasa, he terminado quedándome una para mí, haciéndola mía, llevándomela conmigo allá donde voy, y no es otra que Hopeless Wanderer, posiblemente la canción que más haya escuchado en este 2012. Me encanta el cambio de ritmo de la canción, la velocidad endemoniada del banjo, la manera que tiene Marcus de convertir en jirones su voz... Todo, me gusta absolutamente todo de esta canción que roza la perfección.Tanto me gusta que hoy, a falta de un vídeo, voy a compartir dos con vosotros. El primero es el precioso videoclip que presentaron hace unas semanas y el segundo, la interpretación en directo del tema en el festival de Glastonbury el año pasado. Canelita en rama.
lunes, 27 de agosto de 2012
"I Will Wait", Mumford and Sons
Aunque los afortunados asistentes a sus últimos conciertos ya habían tenido el privilegio de conocer algunas de las canciones del nuevo e inminente disco de Mumford & Sons, por fin -con dos semanas de retraso- los ciudadanos de a pie podemos disfrutar de I Will Wait, el primer adelanto con sonido de estudio de tan esperado lanzamiento. Los ingleses, una de las bandas más cotizadas del momento, vuelven a ponerse en manos de Markus Dravs, con quien ya trabajaron en su reciente pero legendario debut -Sigh no more- para lanzar al mercado un segundo disco que, a primera vista/orejada promete seguir por los mismos derroteros que su predecesor y esto, en este caso, es muy buena señal. Pueden gustaros más o menos, pero son una auténtica debilidad para mí, probablemente el mayor descubrimiento musical que haya hecho en años. Sea como fuere, los británicos están de vuelta, y lo hacen en plena forma como demuestran en este adelanto, I Wil Wait, un tema que nos sirve para ir matando el hambre hasta el 24 de septiembre, fecha en la que podremos manosearlo a nuestro antojo. Todo vuestro, amigos.
jueves, 15 de julio de 2010
Música para tardes de verano
Mes de julio del 2010, en un lugar cualquiera de la geografía española. La tarde empieza a despedirse pero el sol se niega a desaparecer y golpea con toda su fuerza sobre las sudorosas cabezas de quienes han salido a su encuentro. No hay sombra, abanico o refresco que consiga combatir el calor y los trigales, mirando hacia el sur, parecen dispuestos a empezar a arder en cualquier momento. A lo lejos se escuchan los gritos de los niños en la piscina, el incesable rugido de los oxidados pulmones de un tractor y el rumor de una veintena de japoneses con sombrero armados con cámaras fotográficas. A pesar de que da la sensación de que en la calle no queda aire por respirar, enciendo un cigarro y me siento bajo la sombra de mi árbol favorito para morirme poco a poco, y mientras el verano va pasando delante de mí, cierro los ojos y empiezo a escuchar acordes que se clavan en mi cerebro como alfileres atrapándome en un sueño del que apenas puedo salir. Pasados unos minutos, vuelvo a abrir los ojos y compruebo que todo ha sido real, incluso la colilla del cigarro que ahora quema mis dedos... Dios mío, adoro lo bien que suena el verano...
"Adelante Bonaparte", Standstill
"Awake my soul", Mumford & Sons
"Will it grow", Jakob Dylan
"Adelante Bonaparte", Standstill
"Awake my soul", Mumford & Sons
"Will it grow", Jakob Dylan
jueves, 22 de abril de 2010
"Timshel", Mumford and Sons

No creo que a estas alturas vaya a decir nada nuevo sobre Mumford and Sons, nada que no haya repetido cientos de veces en los últimos meses. Los de Londres fueron sin ningún tipo de duda el mayor descubrimiento del 2009, y es que hacía muchísimo tiempo que no veía un debut tan espectacular como el suyo, publicando un disco, Sigh no more, que sigo escuchando prácticamente a diario. Hoy os traigo una de las canciones que contiene el álbum, Timshel, una pequeña joya que no he sabido apreciar hasta hace bien poco, y es que es difícil llamar la atención conviviendo en el mismo espacio que maravillas como Winter Winds, Little Lion Man, White Blank Page o The Cave, pero si un buen disco se distingue por algo es precisamente por eso, porque hasta las canciones que pasan más desapercibidas brillan con muchísima fuerza si fijas bien la vista. Os dejo con una versión acústica en la que los chicos de Mumford and Sons dejan Timshel en paños menores... Una guitarra y cuatro voces, nada más...
viernes, 5 de marzo de 2010
Dos maneras de entender una canción; Cousins
Ya sabeis que soy fan de las versiones, sobre todo si son buenas. Me encanta ver la misma canción pintada con colores distintos, desde otros ángulos y perspectivas, y admiro a los artistas que son capaces de llevar a su terreno temas ajenos con naturalidad, sin forzar nada. Hoy quiero compartir con vosotros una versión que me ha dejado boquiabierto, aunque he de reconocer que desde hace un tiempo Mumford and Sons se han convertido en otro de esos grupos que me hacen perder cualquier atisbo de objetividad. El caso es que los londinenses se han atrevido con un tema de Vampire Weekend ni más ni menos, y el resultado es simplemente espectacular. Hay que tener valor para meterse a versionar un pandemonium musical como Cousins, y talento, mucho talento, para hacerlo de esta manera. Os dejo con la versión de Mumford and Sons y con la original de Vampire Weekend, para el que no la conozca...
"Cousins", Mumford and Sons
"Cousins", Vampire Weekend
"Cousins", Mumford and Sons
"Cousins", Vampire Weekend
lunes, 1 de febrero de 2010
"The Cave", nuevo videoclip de Mumford and Sons

Así es, los londinenses Mumford and Sons acaban de presentar su nuevo videoclip, The Cave, el tema que han elegido como nuevo single del disco después de Winter Winds. No me he cansado de recomendarlos en los últimos meses, incluso es posible que alguno de vosotros les haya cogido manía por verlos tantas veces por aquí, pero si confíais en mí, aunque sólo sea un poquito, dadle una escucha a Sigh no more, en mi opinión el mejor disco publicado en el 2009 más allá de nuestras fronteras. Hacía muchísimo tiempo que no me daba tan fuerte por un grupo extranjero, pero es que todas y cada una de las canciones del primer LP de esta banda son simplemente maravillosas. Temas como la ya famosa Winter Winds, Little Lion Man, White Blank Page o la que voy a compartir con vosotros, The Cave, son obras de artesanía interpretadas con las tripas, con una fuerza y un sentimiento brutal. Os dejo con el curioso y desconcertante video que han grabado, seguro que os gusta...
domingo, 3 de enero de 2010
"Little Lion Man", Mumford and Sons

Ayer por la noche vólvía a casa conduciendo solo (¡valiente!), con la carretera desierta y la niebla de enero respirando sobre mi coche. Si no recuerdo mal, ayer era la primera vez que me atrevía a conducir de noche y sin compañía, y como la ocasión lo merecía, decidí llevarme unos cuantos discos al coche para que la vuelta a casa fuera más llevadera. A la hora de ponerme en marcha para vover a casa, alargué la mano y escogí Sigh no more, ese discazo de Mumford and Sons que se ha convertido ya en una parte más de mí y dejé que fueran los londinenses quienes me hicieran compañía en mi primera aventura automovilística. Ya os he dicho más de una vez que el descubrimiento de esta banda ha sido una de las sorpresas más agradables que me ha dejado ese 2009 de quien ya nadie se acuerda, pero ayer, conduciendo de noche, en el mayor de los silencios, como si todo el mundo estuviera en pause, Sigh no more adquirió una nueva dimensión, una más. Me resulta imposible ponerme a escuchar el disco y no meterme en él, como si yo fuera un protagonista más que vive entre sus canciones. Algo parecido a lo que sucede cuando lees una novela y acabas quitándole el lugar al protagonista para convertirte tú en el eje de la historia. No sé si es que me siento identificado con las letras de estos cuatro tipos de Londres, o es que, simplemente, hacen música para mí, el caso es que para cuando aparqué el coche estaba sudando y con esa sensación de poder llorar en cualquier momento azotándome. Y no, ni la había jodido, ni estaba triste, ni siquiera arrepentido por nada... Pero ¿es alguien capaz de escuchar una canción como esta sin sentir como se te va rompiendo en pedazos todo lo que tienes dentro?.
jueves, 26 de noviembre de 2009
Descubriendo a... Mumford and Sons

Sí, sé que soy un pesado y que no hace ni una semana que os hablé de ellos por primera vez pero, creedme, hacía muchísimo tiempo que un grupo no me pegaba tan fuerte. Tengo ese bullicio en el estómago que siento cada vez que descubro algo tan fantástico, el mismo que sentí en su día al escuchar las primeras canciones de Quique González, Fabián o The Shins, para ser gráfico. Hay canciones, grupos o artistas que precisan de más de una escucha para entenderlos y con otros, como con el caso de Mumford and Sons, la conexión es inmediata, instantánea.
Prometí que volvería pronto para contaros más cosas sobre ellos, y aunque pensaba hacerlo más adelante, las ganas me pueden, qué os voy a decir. Mumford and Sons vienen de la nueva escena folk londinense, nacieron como grupo a finales del 2007 y lo forman Marcus Mumford (voz, guitarra y batería), Winston Marshall (voz, banjo y dobro), Ben Lovett (voz, teclados y órgano) y Ted Dwane (voz y doble bajo). Después de haber tocado habitualmente para Laura Marling en sus conciertos durante un tiempo, giraron por todo el Reino Unido con otras bandas hasta que hace unos meses firmaron su primer contrato discográfico. En octubre publicaron su primer disco, Sigh no more, pero antes ya habían firmado tres maravillosos EPs; Lend me your eyes (2008), Love your ground (2008) y el impresionante The cave and the open sea (2009), todos ellos altamente recomendables. Llevo unos días en los que no paro de escuchar su de momento corta discografía y estoy experimentando todo tipo de sensaciones, y es que estos tíos hacen una música tan sincera y honesta que es imposible no caer rendido a sus pies. Creía que ya lo había visto todo en este 2009, pero Mumford and Sons han conseguido cambiar mi perspectiva en menos de una semana...
Hoy os voy a dejar un puñado de canciones de estos londinenses, empezando por la que más horas me está robando estos días, Winter Winds, un tema que en The cave and the open sea se llamaba But my heart told my head, y que es lo mejor que he escuchado en meses. Os dejo el videoclip que me parece brutal, y una versión en vivo. Os dejo otro par de videos, Little Lion Man y The Cave, ambos en vivo, y es que me encanta la manera que tienen de interpretar las canciones, con esa intensidad y sentimiento, con los ojos semi cerrados... Acostumbraos a ellos porque me temo que van a aparecer mucho por aquí...
"Winter Winds" (videoclip)
"Winter Winds" (en vivo para las Rockfeedback Sessions)
"Little Lion Man"
"The Cave"
domingo, 22 de noviembre de 2009
"Winter Winds", Mumford and Sons

Es viernes, y vuelvo a casa como cada fin de semana. Llego a la estación sudando, compro mi billete y me fumo el último cigarro antes de subirme el autobús. Como casi siempre, el bus está prácticamente vacío, así que aprovecho para irme hacia atrás y ocupar dos sitios. Saco un libro, pero el calor de la calefacción hace que lo único que me apetezca sea cerrar los ojos, y dormirme mientras escucho algo de música, y es que es en los viajes de autobús cuando más disfruto de los discos sin lugar a dudas. Echo un vistazo al Ipod y me decido por Mumford and Sons, un grupo londinense que me ha recomendado Pedro, un tío con un gusto del que me fío al cien por cien. Nunca he escuchado ni siquiera un solo acorde de ellos, he leído algún comentario y lo único que sé es que son de Londres y, según dicen, muy buenos. Con la incertidumbre de no tener ni idea de lo que va a empezar a sonar en pocos segundos, me cubro con la chaqueta, cierro los ojos y le doy al play. Empieza a sonar, y a la mitad de la primera canción ya me dedico una de esas sonrisas interiores, para no parecer un loco más que nada. Para la segunda canción las buenas sensaciones van en aumento y se me van quitando las ganas de dormir, no quiero perderme esto. Van pasando las canciones y el estómago se me llena de guitarras, melodías y emociones que flotan y chocan entre ellas, y tengo esa satisfactoria sensación de que estoy descubriendo algo grande, como en su día sentí por primera vez con tantos y tantos artistas que hoy son fundamentales para mí.
La verdad, sigo sin saber mucho de ellos, estoy demasiado ocupado escuchándoles como para estudiar sus vidas, pero como sé que a partir de este momento serán unos habituales de estos lares, pronto os contaré más cosas, lo prometo. Hoy, de momento, Winter Winds, para el que nunca haya sentido alguna de las sensaciones de las que hablaba antes...
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