No podeis llegar a imaginaros cómo ha llovido esta noche, apenas he podido dormir y a pesar de que puedo permitirme tomarme unos días de descanso, llevo despierto desde las siete de la mañana. Estos días no he podido leer todo lo que me hubiera gustado, así que he aprovechado mi desvelo para pegarle el último hachazo a El hombre que detuvo a García Lorca, un ensayo sobre las circustancias que rodearon la detención y posterior fusilamiento del genial poeta granadino escrito por el investigador Ian Gibson. Siempre me ha fascinado la obra de Lorca y soy un enamorado de la historia de España, especialmente de la que habla de la Guerra Civil y postguerra, así que es lógico que el libro me haya gustado tanto, y que no pare de darle vueltas a la cabeza. Desde que empecé a leerlo me rondaba la cabeza el recuerdo de una canción que mencionaba al autor de Bodas de sangre o La casa de Bernarda Alba, pero no conseguía llegar a ella. Hoy, por fín, se me ha iluminado la bombilla y he descubierto que el tema en cuestión es La casa cuartel, de Kiko Veneno. Es una leve referencia la que Kiko hace a Lorca (ponen una obra/una que a Federico/no le dejaron estrenar), suficiente para que me haya pasado la última media hora escuchándola una y otra vez. Conocí La casa cuartel gracias a Quique González, quien la solía versionar. Decía el madrileño lo que suelo comentar yo, que hay canciones que son tan extremadamente buenas que nunca consigues olvidar la primera vez que las escuchaste. Quique la descubrió en Menorca, ya que era una de las canciones que estaban grabadas en una cinta que había en un coche que le prestaron al cantautor, supongo que cuando vivía en Baleares. La canción habla de la relación de los padres de Kiko, quienes vivían en Rosas (Girona) en una casa cuartel, ya que el padre era guardia civil. Quique siempre admite que es una de sus canciones favoritas, una de las más bonitas que jamás se hayan escrito en castellano, y de hecho la intentaron grabar para incluirla en Pájaros mojados, aunque al final no se decidieron. Yo, por más que lo intente, no puedo llevarle la contraria a Quique, y creo que tiene bastante razón al afirmar que es de las más bonitas, no sé si de todas las que se han escrito, pero sí de las que yo haya escuchado. Os dejo la versión original de Kiko y, por supuesto, la de Quique, y no, no hay por qué elegir, os podeis quedar con las dos... ;)
Tiene dos entradas para el estreno esta noche en el Teatro Nacional. Ponen una obra, una que a Federico no le dejaron estrenar. Vé tú que puedes, no te pierdas la oportunidad, yo tengo guardia esta noche, deja a los niños con tu mamá. Y ella vuelve pronto y sola, no sabe qué hacer sin él, él no sabe qué hacer con el cuerpo, viven en la casa cuartel. Y sólo quiere irse muy lejos, cogerla de la mano y salir corriendo.
Cerca de Rosas, donde primero alumbra el sol, el faro se mueve frío, Dalí le daba conversación.
Hoy he visto... hoy he visto en la playa la espina de un pez rosado. Y una cuerda rota, ay, si pudieras ver sus hilos dorados.