Sí, por fín, ayer llegó el momento de verles en acción, tantas semanas esperando y en un par de horas que volaron se acabó, a esperar hasta la próxima. Antes de nada, quería disculparme por la baja calidad de los vídeos, pero tengo un gran problema; tengo dos cámaras, una es muy buena para las fotos, pero en los vídeos el sonido se distorsiona. La otra graba muy bien el sonido, pero la calidad de la imagen deja mucho que desear, además, eso de estar cantando, saltando y moviéndome no ayuda a enfocar. Así que como en otros conciertos me ha dado rabia que no se escuchara bien, esta vez opté por nitidez en el sonido. Queda dicho...
Me sorprendió ver el Antzoki con tanta gente, no pensaba que un jueves fuera a tener tan buena entrada, quizá ayudó que los teloneros, Whitewood, eran biilbaínos, ya que cuando estos acabaron se abrió hueco, eso sí, hasta que empezaron los Vetusta Morla. Se notaban nervios, y sobre todo una gran expectación hasta que sobre las once y cuarto saltaron al escenario los seis miembros de la banda; cantante, dos guitarras, bajo, batería y otro percusionista.
Al final no fui solo, me acompañó un amigo, y aprovechamos ése espacio libre que quedó después de los teloneros para coger un buen sitio, además, a pesar de la mucha gente que había y el calor asfixiante que siempre hace en esa sala, teníamos un hueco alrededor, ya que mi estatura hace que nadie se quiera poner detrás de mí, por lo que me rodean, por decirlo de alguna manera. Empezaron el concierto con el tema que abre el disco, Autocrítica, y desde ése mismo instante ya se vio que la voz de Pucho no tiene ni trampa ni cartón; suena igual de nítida y potente que en el disco, además comprobé con agrado cómo la gente la cantaba.
...Autocrítica...
Siguieron con la que fue una de las más coreadas, Un día en el mundo, la que da nombre al disco y ha sido elegida como single. El público ya estaba viendo de lo que son capaces estos madrileños y poco a poco se fue soltando y agradeciendo los muchos guiños que Pucho le hacía, lo cierto es que hacía tiempo que no respiraba tan buen rollo en un concierto.
...Un día en el mundo...
La banda ya había calentado motores, y a partir de ahí todo el concierto fue un viaje mágico al mundo que estos chicos nos muestran. El momento que más esperaba de la noche me pilló desprevenido, ya que suponía que Copenhage sería un regalito que nos harían al final, y la cantaron la tercera o la cuarta, no lo puedo asegurar. Ésta es una canción que se me ha clavado en el alma, es la mejor que he escuchado en muchísimo tiempo, y lo cierto es que la viví con un escalofrío permanente. Además le tengo mucho cariño porque es la primera que escuché del grupo y la que me llevó de cabeza a comprarme el disco y a obsesionarme con ellos.
...Copenhage...
Después de dejar a la audiencia helada con el nórdico frío de Copenhage, decidieron calentarla a base de guitarra y movimiento, primero con Pequeño desastre animal (una delicia) y después con una gran sorpresa; una canción que no está editada, se llama Vida no hay mucha, y simple y llanamente, es espectacular. Un ritmo altísimo de batería, guitarreo y Pucho pandereta en mano, retorciéndose como una serpiente y haciéndole el amor al micrófono. Ésta no la grabé porque me pilló con las manos ocupadas, pero robo la única versión que he encontrado en el youtube porque merece la pena que la escucheis, dan ganas de levantarse de la silla y romperse el cuello moviendo la cabeza... Por cierto, gracias a Elba por decirme el nombre de la canción.
...Pequeño Desastre Animal...
...Vida no hay mucha...
Con la gente sudando de tanto moverse, se tomaron una pausa para tocar un par de temas en acústico, uno de ellos fue "Iglús en primavera" y la otra no la podría asegurar, puede ser que "La gravedad", pero no duró mucho esta falsa tregua, porque el contraataque fue brutal cuando volvió a salir la banda al completo y tocaron "Valiente", con una introducción distinta a la del disco que nos llevó a pensa a muchos que se había confundido, pero nada más lejos de la realidad, de repente la guitarra empezó a hacer temblar los vasos de los cubatas y fue uno de los mejores momentos de la noche. De hecho, ahora entiendo la delgadez de Pucho, ¿cómo no va a estar delgado moviéndose tanto?. A partir de éste momento ya no recuerdo bien el orden de las canciones, como imaginareis no voy con lápiz y papel, y ésta cabecita loca no es precisamente ejemplo de buena memoria. Con Al respirar todos los de la sala tuvimos que contener nuestro aliento, porque la canción hacía que se rompiera el aire con cada nota.
También cantaron La marea, en una versión psicodélica con un final apoteósico en el que Pucho, con su voz, coloreaba todos los tonos que sus cuerdas vocales conocen. Me encantó también Año nuevo, tan bien interpretada que me agarró el corazón y me lo apretó sin parar hasta que acabó. A estas alturas el público ya estaba entregado y fingieron despedirse del Antzoki con La cuadratura del círculo, la canción más cañera del disco y la que más le gusto a mi amigo. Llevaban algo más de una hora y yo estaba seguro de que no podía ser la última, no me salían las cuentas, me faltaban un par de guindas para el pastel perfecto.
...Al respirar...
...La cuadratura del círculo...
Después de que el público coreara el beste bat de rigor, los Vetustos volvieron a salir para jugar la prórroga del que fue su primer partido en Euskadi. Primero con otra canción acústica, depués con Sálvese quien pueda, otra de las canciones que más gente conocía, además para esas horas la cerveza y los cubatas estaban en plena efervescencia, haciendo que el Antzoki se viniera abajo como pocas veces lo he visto.
...Sálvese quien pueda...
Para acabar, como me imaginaba, se despidieron con Saharabbey Road, un temazo que destila buen rollo, y además nos hicieron participar a todos; mientras las chicas tenían que cantar un la la la la la la la la la la la la la a los chicos nos tocaba un lo lo lo lo lo lo lo lo lo lo más grave, pero lo cierto es que todos cantamos todo, porque sabíamos que eran las últimas cucharadas de un concierto mágico y siendo madrileños como son, quién sabe cuando volveran. De todos modos, estoy seguro de que se fueron contentos por el calor que les dimos, y por haber debutado en una sala tan mítica como es el Kafe Antzoki, y como aquí tenemos gusto por la buena música, seguro que vuelven pronto, porque ofertas no les van a faltar, fijo. De éste tema no tengo vídeo, ya que decidí dejarme llevar por la locura y bailé y canté como un auténtico poseso.
En definitiva, el de anoche fue sin duda uno de los mejores conciertos a los que haya ido nunca, y no fue sino la constatación de que está naciendo algo muy grande, un grupo con un directo que no te puede dejar indiferente. Yo, al menos, estoy deseando tener la oportunidad de verlos de nuevo, tú, si la tienes, no te lo pienses ni un momento, porque harás de todo menos arrepentirte, palabra de Mikel.
Por último, quería pedir perdón porque como habreis visto, las crónicas de los conciertos no son lo mío, simplemente me remito a contar lo que sentí, para tecnicismos y reseñas ya están otros. Yo, humildemente, lo máximo que puedo hacer es recomendaros tanto el disco, que es de lo mejor de los últimos años, como su directo, que es, hablando en plata, acojonante.
4 comentarios:
Gracias por los videos Mikel asi podremos recordar el pedazo concierto.
Por cierto coincidimos en gustos, Quique, Ivan, Xoel etc etc
De nada, gracias a tí por pasarte!
Q envidia tio.
Me esta encantando el disco de estos tipos...
Saludos.
A mi me cuesta recordar un primer disco de un grupo que sea tan bueno y me haya llegado tanto.
El directo es espectacular, seguro que pronto puedes verlos porque ahora mismo se habla de ellos en todos los sitios, ya me contarás!
Saludos!
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