Lo de Tom Petty me resulta, simplemente, impresionante; tiene tan sólo cuatro o cinco años menos que mi abuelo y sigue haciendo el mejor rock de Estados Unidos. La música de éste hombre de 68 años ya le gustaba a mi padre cuando tenía mi edad, y yo, treinta años después la disfruto como un enano. Y no es que escuche música antigua, no, Petty sigue publicando discos (discazos), como el último en solitario, Highway Companion, que además del típico título americano, es una perfecta muestra del rock que se ha venido haciendo en Norteamérica en las últimas décadas. Un día del verano pasado, estaba recogiendo la carnicería con mi padre y yo tenía puesto un disco con canciones que me gustaban que había grabado para intentar hacer más llevaderos los días entre jamón serrano, paletilla ibérica y solomillos cuando empezó a sonar American Girl, la que probablemente sea su canción más famosa. Mi padre me miró y me dijo, "ésta me la sé!", y vaya si se la sabía. Mi padre no entiende una palabra del inglés, pero yo no sé cómo se las apaña para saber de qué hablan las letras de las canciones que le gustan, porque desde luego a mí no me pregunta. La cosas es que sabía de qué hablaba, la canturreaba, y estoy seguro de que hizo el solo de guitarra con algún cuchillo, porque en la tienda no había nadie y yo tuve que entrar en la cámara y no lo pude ver. Me encantó eso de poder disfrutar de una canción con mi padre, estar disfrutándola los dos.
Hace poco le puse ésta canción, y él no podía creerse que fuera un tema nuevo, le parecía increíble que un hombre tan mayor pueda meter tanta caña. Y es que Saving Grace, como bien dijo Quique González, es un auténtico tiro de canción, y ésta me parece una definición exacta.
No os aburro más, os dejo con Tom Petty, para que empeceis el día con toda la fuerza que un domingo requiere, además parece que el sol me ha guiñado el ojo al subir la persiana así que disfrutad del día. Los que podais, claro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario