Elliot Smith es un cantautor estadounidense que murió hace cinco años a la edad de 34 años, aparentemente después de hacerse el hara-kiri. Elliot fue mal chico durante toda su vida y jamás llegó a superar sus problemas con el alcohol y una larga lista de sustancias de esas que en los telediarios llaman estupefacientes. A pesar de morir muy joven y depresivo, sus muchos problemas fueron una fuente de inspiración para sus canciones y se han llegado a publicar ocho discos suyos en solitario y otros tres que grabó con una banda de amigos. Con Elliot Smith sucedió lo que pasa con muchos, que su muerte lo convirtió en mito y su mayor éxito lo alcanzó, precisamente, después de morir. Aún así, sus buenas canciones, sus exquisitas letras (estudió filosofía y ciencias políticas en la universidad) y su capacidad para tocar diversos instrumentos le convirtieron en vida en un músico muy respetado.
Como va siendo hora de ponerse el pijama y dormir, quería desearos las buenas noches con una canción suave; una canción que nos haga cerrar los ojos poco a poco, bailando un vals muy lento con los sueños, agarrándolos delicadamente de la cintura y dejándonos llevar por ellos. El Waltz #2, es una canción triste, pero destila una melancolía mágica, de ésas que convierten la tristeza en algo bonito de admirar. Muy buenas noches...
I'm never gonna know you now, but i'm gonna love you anyhow
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