domingo, 31 de mayo de 2009

"Learning to fly", Tom Petty


Con la persiana bajada para intentar esconderme del sol y el calor, la mañana se está haciendo larga en mi habitación, muy larga. Intento abstraerme del cosquilleo estival que revolotea en el estómago de la gente por el buen tiempo, y es que dentro de mí todavía es enero, junio no llegará hasta dentro de unas semanas. Con la estantería colapsada y el disco duro del ordenador a punto de reventar de discos nuevos, hoy está siendo una mañana de mirar por el retrovisor mientras los apuntes, sobre mi mesa, paracen multiplicarse por momentos. Hoy me apetece escuchar lo de siempre, lo que siempre está ahí aunque a veces deje que el polvo lo cubra, así que desde mi asiento de conductor he echado la vista atrás y allí estaba Tom, sentado en la parte trasera, sonriendo con esos dientes que parecen postizos y su larga y medieval melena rubia. ¿Qué tal, viejo?, le pregunto, y sin mediar palabra un piano empieza a sonar y me callo, no es cuestión de interrumpirle. Paro el coche en mitad del autopista, cierro los ojos y me olvdo de todo por cuatro minutos que parecen una vida entera. Aplaudo, arranco y cuando vuelvo a mirar para atrás el asiento está vacío. Qué cabrón, siempre desaparece a la hora de pagar el peaje...

4 comentarios:

champudearena dijo...

eres muy bueno escribiendo..muy bueno!!

Mikel dijo...

Vaya, muchísimas gracias, de verdad, me alegro de que te guste!
(por cierto, mola tu nick, tan sabinero...)
Un abrazote!

champudearena dijo...

me pillaste!! jaja

Mikel dijo...

Y eso que Sabina no lo domino nada... pero eso de "champú de arena para su melena" siempre me ha encantado! ;)