Después de un invierno falso que apenas ha dejado frío, cuando empezaba a oler a primavera, hoy ha amanecido nevando. Y yo, cada vez que veo nieve por la ventana pienso irremediablemente en un disco; For Emma, Forever Ago, de Bon Iver. Como sabéis, Justin Vernon, después de romper con su novia, decidió pasar tres largos meses en una pequeña cabaña en un lugar recóndito del estado de Wisconsin. Allí se fue con lo justo para poder vivir; mantas para evitar el frío, comida, algunos libros, discos y películas y, cómo no, material para grabar de manera humilde las canciones que pudieran surgir en la soledad de la montaña, con el blanco silencio de la nieve rodeándolo todo. Allí sufrió una mononucleosis que lo tuvo postrado en la cama durante semanas, pero también encontró la manera de darle salida a todo el dolor que le había producido la ruptura con Emma, y además, aunque de manera casual, encontró un nombre para su proyecto que le viene como anillo al dedo. Porque Bon Iver (según dicen lo cogió prestado de un capítulo de Doctor en Alaska en el que, después de la primera nevada del año, los vecinos se deseaban un bon hiver, o lo que es lo mismo, buen invierno en francés) suena a frío, a soledad, a un invierno interminable que sólo encuentra el calor en la preciosa voz de este singular artista. Con ustedes, el mismísimo Bon Iver, la voz que vino del frío...
3 comentarios:
Me gusta,un buen descubrimiento de Jueves por la mañana,gracias!
Un Saludo!
Hola H.G!
Si no conoces a Bon Iver, no dudes en buscar Emma Forever Ago (está en Spotify, creo), un disco precioso, ya verás!
Ya me contarás!
Un gran disco, aunque sea bastante triste... un disco para el invierno, si, cierto.
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