Que tu padre sea toda una eminencia en el mundo de la música es una losa que debe pesar lo suyo a la hora de comenzar tu carrera, pero si hay alguien que lo ha sabido llevar ése es sin duda Jakob Dylan. Hijo del más grande de los grandes, ha intentado labrarse una reputación alejado de la larga sombra que proyecta su padre, y junto a su banda The Wallflowers se ha ganado el respeto del público tras cinco discos. Debutaron en el año de la Expo de Sevilla y las Olimpiadas de Barcelona, y después de un comienzo sin mucho éxito (eso sí, contratados por Virgin, de algo tiene que servir ser hijo de Bobby, aunque luego cambiaran de discográfica), y después de cambiar a casi todos los componentes de la banda, el éxito les llegó en 1996 cuando publicaron el discazo Bringing Down the Horse, que incluía grandes temas como One headlight o ésta que os dejo hoy, 6th Avenue Heartache. Escuchando ésta canción me parece prácticamente imposible que hayan pasado ya doce años, pero el tiempo no engaña, se ve que lo que ocurre es que pasa demasiado rápido. Puedo recordar perfectamente cuando el hijo de Dylan empezó a sonar en las radios, y hoy, doce años después, se encuentra presentando su primer álbum en solitario, declarando en entrevistas que su mayor influencia es Elvis Costello y prohibiendo a los periodistas mencionar el nombre de su padre en las ruedas de prensa, lo que, todo sea dicho, me parece perfecto. Espero que paseis buena mañana, yo me voy a dar una vuelta, y no por la Sexta Avenida precisamente...Saludos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario