Me había propuesto ir pasando a limpio un trabajo mientras escuchaba música tranquila, y he optado por Damien Rice, aunque no me ha salido bien la jugada la verdad. Cuando ha llegado Woman like a man, con ése ritmo progresivo que va aumentando a medida que la canción avanza, me he dado cuenta de que estaba alteradísimo. Me estaban dando ganas de levantarme y empezar a romper cosas, no porque esté cabreado, si no porque la canción te invita a destrozar. Puede que esto sólo me pase a mí, pero yo ahora mismo tengo ganas de saltar, gritar, y romper ése maldito flexo que lleva siendo mi único sol desde hace unas semanas. Así que, adios tranquilidad, me voy a dar una ducha a ver si me relajo y voy a ir a por tabaco, el pan y el periódico, como un auténtico dominguero, haciendo uso del domingo en su máxima expresión. Dormid, vosotros que podeis, y perdonad si os despierto con el ruido de tablas partidas y cristales rotos...
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