jueves, 22 de enero de 2009

"Clases de baile", Aurora Beltrán

Hoy estoy agotado, he hecho mi primer examen y todas mis ideas se han quedado allí, en el triste aula de la universidad. Como hoy me falta imaginación voy a dejaros una de las canciones que más me gustaron y sorprendieron del pasado año, Clases de baile, de la navarra Aurora Beltrán. Su disco fue una de las sorpresas más positivas del 2008, y es que Clases del baile (también el disco se llama así) es una demostración de la versatilidad musical de Aurora, así como también la confirmación de que se trata de una gran letrista sin duda. Clases de baile es una de esas canciones que al sonar llena el aire de algo misterioso y brutalmente atrayente, algo desconocido y mágico. Os dejo una actuación acústica de Los conciertos d Radio 3(para variar), que estoy seguro de que os va a encantar, ¡buenas noches!.

3 comentarios:

Charly.- dijo...

Aupa Mikel!

Gran Cancion!

He colgado ya mi nueva entrada en el blog, a ver que te parece.

Abrazos!

Charly.-

Mikel dijo...

Charly, paso por tu blog y te comento!
Gran canción , sí señor!
Un abrazo!

Anónimo dijo...

«Clases de baile»
XL Música – Batiendo Recodos
Aurora Beltrán

Debut en solitario de Aurora Beltrán después de diecisiete años ostentando el bastón de mando de Tahúres Zurdos. Recoge el rico legado de la banda nodriza, pero sin la capacidad depredadora de aquellas guitarras que les hicieron célebres entre los rockeros con pedigrí. Aurora Beltrán democratiza ahora su abanico sonoro y se metamorfosea en estilos diferentes. Se entrega a un zapping musical que le hace transitar por el rock épico y atemporal (Candy baby, Walkirias), el soul (Ojos trampa), el aire aflamencado (Florecita), el vals (Clases de baile), el rock gótico (Vida), el medio tiempo y la balada (Azulada, Silencio). Esta discontinuidad sonora y las demasiado numerosas colaboraciones de Bunbury (por partida doble), Carmen París, Mercedes Ferrer y Loquillo dispersan excesivamente el disco, le roban homogeneidad y empaque. A pesar de que los iniciados esperábamos algo más de punch, Aurora Beltrán vuelve a demostrar que posee una voz de alto octanaje, una torrente capaz de arañar pero también de arrullar. Escribe piezas en las que mezcla con eficacia la lírica y el descaro de la calle, convierte las canciones en un diván terapéutico pero también en himnos combativos. La mujer de ojos azules continúa firmando un reconocible estilo propio en una época de clonaciones e impersonalidad, de indefinición y almas ventrílocuas. Es una outsider de la banalidad. Hay que cuidarla. Y alentarla. Josemi Valle en www.efeeme.com