miércoles, 2 de diciembre de 2009

"Exhibicionistas", Pablo Moro


Recuerdo muy bien la primera vez que escuché hablar de Pablo Moro; leí que era un joven asturiano que había estudiado filología hispánica (un punto a su favor), amante de la música de Quique González y Sabina y que escribía canciones preciosas que había reunido en un primer disco llamado Emepetreses. El destino quiso que poco tiempo después me encontrara por casualidad el disco en la estantería de una tienda, y después de echarle una ojeada a la lista de canciones decidí comprarlo y probar. No me arrepentí, por supuesto, y es que gracias a su álbum de debut descubrí a un brillante letrista que conseguía contarme historias con una proximidad brutal, enlazando palabras e imágenes que, sin darme cuenta, iban asociándose al paso de mis días. Dos años después llegó Smoking Point, un señor discazo que, siempre lo digo, contiene algunas de las mejores canciones que se hayan escrito en España en los últimos tiempos como El último vals, Tic Tac o Empate a cero, temas que nunca me olvido de meterme en el bolsillo cada vez que salgo de casa. En octubre de este año presentó su tercer trabajo, Pequeños Placeres Domésticos, y aunque siempre confíe en que me gustaría no estaba seguro de que Pablo pudiera llegar al nivel de su anterior disco, pero después de mucho esperar para conseguirlo y escucharlo todas las veces que el cuerpo me lo ha pedido (que no han sido pocas precisamente), puedo afirmar que Pequeños Placeres Domésticos no tiene nada que envidiarle a su predecesor, absolutamente nada. Grabado a la vieja usanza, casi en directo y en una casa conviviendo con sus músicos, el de Oviedo ha vuelto a firmar un álbum de sobresaliente, con otro puñado de canciones que no consigo sacar de mi cabeza. Hoy me ha dado por Exhibicionistas, uno de los cortes más rockeros del disco, y me apetecía compartirla con vosotros, porque sé que os va a gustar.
Además, hoy hemos publicado en SextoHombreDigital la ENTREVISTA que le hice a Pablo hace unos días, quién me lo iba a decir a mi cuando, hace ya casi cinco años, decidí gastarme unos pocos euros en el disco de un joven asturiano que había estudiado filología hispánica, era amante de la música de Quique y Sabina y escribía canciones preciosas... Cómo pasa el tiempo, y cómo cambian las cosas... :)

3 comentarios:

illeR dijo...

Jajaja, oye, yo si que necesito ganar entradas en concursos, que no veas la pastaza que me dejo en ellos!!! :P

Le doy el beso, digo, el abrazo de tu parte mañana ;-)

juanito dijo...

es un discazo!!!

Mikel dijo...

Iller, no es que me lo imagine, lo sé, no olvides que somos de la misma (rara) especie!!! ;)
Sí, dale recuerdos!
Ya me contarás qué tal el concierto!

Lo sabes Juanito, discazo en toda regla!

Saludos!