Los miércoles no tengo clase, y aunque la mayoría de los mortales aprovecharían para dormir hasta que el cuerpo aguante, yo le tengo pánico a ésa cama que ahora mismo me mira de reojo y se sonríe confíada. Y es que, además de ser un chico que necesita dormir poco, la cama de éste piso es algo infrahumano. Me tumbo en ella y puedo sentir hasta el último muelle del desgastado colchón. Si por la noche doy media vuelta en la cama, me despierto asustado de los terribles gemidos que aúlla el somier. Son tan precarias las condiciones de eso que se hace llamar cama que estoy seguro de que, si pusiera una denuncia a mis caseros, el juez acabaría dándome la razón, tiene que ser curiosa la forma de acordeón que se le tiene que estar quedando a mi espalda... El caso es que no me quiero ir a dormir, y, ya que pasaba por aquí, quería dejaros una canción de Daniel Merino, el rockero cantautor bilbaíno que mañana actúa junto a Zarra en el Café Mozart. No sé si voy a poder ir, pero la verdad es que me apetece escuchar las canciones del artista de Getxo en directo, que siempre se escucha mejor.
Písale a fondo es una de sus mejores canciones, con una melodía y letra de esas que se te meten dentro, y sácalas si puedes. Me gusta porque es una canción que tiene forma de película, es una mini historia, con su principio, desarrollo y fín. Porque, si nos tienen que secuestrar, que al menos sea una rubia despampanante, ¿no?. Buenas noches...
No hay comentarios:
Publicar un comentario