Música de autor II; Luis Ramiro

Hoy vuelvo con una nueva entrega de esta nueva sección, Música de autor, con uno de los cantautores a los que más tiempo llevo siguiendo, Luis Ramiro. El madrileño es uno de los más aclamados cantautores del circuito madrileño, y uno de los que más ha conseguido esparcir sus canciones por toda la geografía. Después de un buen número de maquetas saltó al mercado hace un par de años con Castigado en el cielo (que contenía grandísimas canciones pero cuya producción nunca me gustó), y este 2009 ha sido el de su consagración con la publicación de Dramas y Caballeros, un álbum que está teniendo mucho éxito tanto a nivel de ventas como de reconocimiento y crítica. Luis decidió crear Relocos Records, su propio sello discográfico, junto a un amigo, y desde la humildad han conseguido hacerse un hueco en el mercado e incluso han logrado ser nominados a un premio Grammy Latino en la ceremonia que se celebrará el próximo 7 de este mismo mes en Las Vegas, nada más y nada menos (algo realmente meritorio para un sello independiente y casero). Desde aquí le deseo toda la suerte del mundo, no tengo dudas de que lo merece más cualquier Shakira o Juanes que, seguro, merodearán por allí y se irán con los bolsillos lleos, como siempre.
De Luis siempre me ha encantado la facilidad que tiene para sentir y expresar cualquier situación desde el punto de vista de los personajes de sus canciones. Él es capaz de ponerse cualquier disfraz y contártelo de tal manera que acabas involucrándote en la canción como si fueras parte de ella, y es que más que canciones, lo que escribe son pequeñas historias, cotidianas a menudo y fantásticas en otras ocasiones.
A lo largo de los muchos años que lleva componiendo, Luis Ramiro ha escrito decenas de canciones, algunas de ellas importantísimas para mí en los últimos años. Escoger tres me resulta dificilísimo, pero voy a intentar elegir las que seguramente sean mis favoritas y, por cierto, ninguna de ellas ha sido incluída en sus discos. Para empezar, una antigua e inédita, tanto que ni el propio Luis la recordaba cuando, en el concierto privado que dio en un hotel de Bilbao el invierno pasado le pedí que la tocara, Amanda. Amanda habla de una niña que tiene siete años y un día y se guarda el verano en la voz, y me parece bonita a más no poder, con una letra preciosa y simpática, puedo imaginérmela perfectamente (a Amanda, claro) sonriendo, mandándome un beso y una flor. Es un pequeño tesoro, mi favorita de Luis sin lugar a dudas (ya sabeis que soy de corazón blandito). Dos coplas es una muestra perfecta de la capacidad del madrileño para contar historias, en este caso la de dos ancianos que encuentran el amor en el ocaso de sus vidas. El final, como en las películas, no os lo cuento, que os la estropeo. Para terminar, Puta, que por más tiempo que pase siempre consigue emocionarme, todo un hit en mis shower-sessions.Que ustedes las disfruten...

"Amanda"



"Dos coplas"



"Puta"