"Tú me llevas", Zahara

A pesar de que apenas ha pasado un día desde que el disco de Zahara saliera a la venta, no me hace falta esperar ni una milésima de segundo más para, quitándome el sombrero, afirmar sin pudor alguno que es uno de los discos más bonitos del año, por lo menos. Optimista como soy, yo era de los que esperaba mucho, y también, para qué mentir, de los que temía cómo iba a resultar el primer trabajo de esta chica pop respaldada por una gran discográfica, así que con esta mezcla de sentimientos fui ayer bien temprano a hacerme con él y despejar mis dudas de una vez. La fabulosa historia es la primera baldosa amarilla del cuento de hadas en el que vive esta chica desde hace unos meses, el primer paso hacia un horizonte que se le presenta esplendoroso. El disco rebosa optimismo y buen rollo, pop vitalista coloreado con una voz primorosa con la que llega a los lugares más sombríos, allí donde nunca se ha visto el sol. Hay muchas chicas que cantan bien, pero Zahara tiene el poder de pincharte el corazón con preciosas y cuidadas letras escritas con bolígrafos de colores. Podría pasarme horas hablando de lo mucho que me gustan Funeral o Merezco, del buen rollo de Chico fabuloso o En la habitación, de cómo ha hecho suya Domingo Astromántico (perfectamente acompañada por su dueño, Santi Balmes), de lo guapas que están Olor a mandarinas o Chica pop con sus vestidos nuevos... Pero hoy os voy a dejar con Tú me llevas, una canción que, ignorante de mí, no conocía hasta ayer y es la encargada de cerrar el disco. Un tema que a un sensiblón como yo le pone la piel de gallina, qué le voy a hacer...