"Ley de gravitación universal", Miss Caffeina

Hacía tiempo que no vivía un lunes tan infernal. Sin haber hecho nada especial en todo el fin de semana me siento cansadísimo y hasta tengo unas misterisas agujetas a las que no consigo dar una explicación racional. Esta mañana las legañas pesaban toneladas, y salir de debajo del calor de las mantas y llegar a la ducha desde mi habitación me ha resultado lo más parecido a un deporte de riesgo que jamás haya practicado. Por más que intento estar activo, lo único que me apetece ahora es estar tumbado dejando que el tiempo pase. De hecho, no sé si seré capaz de llegar a la cocina a la hora de comer, tal vez llame por teléfono a mis compañeros de piso y que me pasen comida por debajo de la puerta (supongo que, por tamaño, tendré que conformarme con unos exquisitos tranchetes). ;)
Pero bueno, nunca los lunes fueron fáciles y, además, esta semana tiene muy buena pinta por muy gris que se ponga todo hoy. Así que me estiro, me levanto, abro la nevera y cojo una lata de Ley de gravitación universal bien fresca. Alcanzo un vaso grande, le pongo unos cuantos hielos y me bebo de un trago este elixir, un chute de Caffeina (de la que te deja dormir) que me espabila y me hacer ver las cosas de otra manera. ¿Quereís un poco?.