Hoy, 18 de febrero del 2009, Yoko Ono, uno de los personajes más odiados de la historia de la música, cumple 76 años. Como fan de los Beatles que he sido desde niño, he crecido con la idea de que ella fue la culpable de la definitiva separación del cuarteto de Liverpool. Se dice que Yoko convenció a John para que dejara el grupo y emprendiera su camino en solitario, que lo quería sólo para ella. Cuentan las malas lenguas que le lavó el cerebro y envenenó su relación con sus compañeros, especialmente con Paul. Las leyendas que rodean todas y cada una de las canciones de los Beatles dicen que MacArtney escribió Get back como un claro mensaje a Lennon, que cada día estaba más distante, e incluso Def con dos sacó una canción titulada La culpa de todo la tiene Yoko Ono. El caso es que, con los años, he ido comprendiendo que quizá ésta artista japonesa no fuera el motivo de la separación si no simplemente el detonante de una situación que ya se estaba haciendo insostenible. Todos sabemos que la relación entre Paul y Lennon había ido tensándose con los años, y la única salida posible era la separación definitiva. Hace años, yo pensaba que Yoko sólo había querido a John por la fortuna de éste, pero, joder, ella pertenece a la aristocracia japonesa y además de ser una artista reconocida, supongo que en ningún momento pensó que asesinarían a su marido tan joven. Además, cualquiera que conozca un poco la trayectoria de Lennon en solitario sabe que con Yoko fue más feliz que nunca, y escribió para ella y junto a ella algunas de sus mejores canciones, así que, de alguna manera, hemos de estarle agradecidos. Algo tenía que tener Yoko para ocupar el lugar más importante de la vida de John, algo muy especial para llevarle a escribir una canción como la que hoy os dejo, Oh Yoko!, que se publicó en el Imagine de 1971, dos años después de que la pareja se casara en Gibraltar. ¡Que la disfruteis!.
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