Todas las canciones nos recuerdan a algo o alguien, y nos llevan a sitios donde estuvimos, a otros donde nos gustaría estar, y tienen la especial cualidad de hacerte sentir sensaciones que ya pasaron pero siguen estando ahí, dentro. Another cup of coffee siempre me recordara a los primeros campamentos de inglés a los que fui siendo muy pequeñito, cerca de donde vivo ahora, en un albergue de la montaña de Muskiz. Una monitora que era la jefa y coordinadora, bastante antipática por cierto, se pasaba el día escuchando el disco de Mike and the Mechanics, una y otra vez sin parar. A mí no me gustaba, prefería los de Bob Dylan o los Beatles que ponía, cuando la mandona le dejaba, el monitor joven y simpático, que eran muy pocas veces, y casi siempre cuando ella no estaba. Todos estábamos hartos de el maldito disco, pero nos encantaba Another cup of coffee, era gracioso cómo cada vez que llegaba la canción el que estaba más cerc le subía el volumen hasta que la monitora, que también era gritona, se enfadaba porque estaba demasiado alto. En ese campamento empecé a conocer gente nueva, estuve por primera vez casi un mes sin dormir en mi casa, y tengo mil recuerdos de esos días, todos con la misma banda sonora, ésta canción. De hecho, puedo estar sin acordarme de ése campamento muchísimo tiempo, pero si escucho Another cup of coffee puedo volver a ver a mis amigos a los que hace años que no veo como si los tuviera delante.
Mike and the Mechanics era una banda liderada por el británico Paul Carrack, famoso por sus inconfundibles gorros y gafas. Es una banda un tanto excepcional ya que la formación ha sufrido varios cambios a lo largo de su historia, además uno de los componentes falleció en el año 2000. Sus años de mayor gloria los tuvieron en los 80, pero probablemente el mayor reconocimiento hoy en día lo tenga Paul, voz y rostro del grupo, que paralelamente ha llevado una regular trayectoria. Paul ha formado parte de otras bandas, y ha sido músico de otras con gran prestigio como The Pretenders o The Smiths (trabajando con ellos en estudio).
Espero que otra taza de café no os altere el sueño a estas horas, ¡saboreadla!
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