martes, 12 de marzo de 2013

Jane Joyd

Como sucede tantas y tantas veces, fue una mezcla entre curiosidad y casualidad lo que me empujó al Bar Menhir de Logroño la noche del sábado a ver el concierto de Jane Joyd. Le había dado un par de vueltas a su EP y había leído y escuchado excelentes críticas sobre ella, pero acudí a verla al desnudo, desarmado, dejando que fuera ella misma quien se presentara de la mejor y más eficiente de las maneras; con sus canciones. La primera sorpresa nos la llevamos al llegar al local, ya que las entradas se habían agotado, algo no muy habitual en este tipo de conciertos en una ciudad como Logroño. Yo tengo la suerte de contar con un ángel de la guarda que se había encargado de coger las entradas por anticipado, pero incluso vi como algunos grupos de gente tenían que darse la vuelta al llegar a la puerta y ver el temido por unos y anhelado por otros cartel de "sold out". Buena señal que el público responda en una ciudad como Logroño que, huérfana de música en directo durante muchos años, parece que empieza a despertar gracias al esfuerzo de locales como el Menhir.

La primera impresión que me llevé de Elba fue la de una chica tímida, dulce y menuda...  hasta que se colgó la guitarra. Así es, amigos, en el momento en el que sus dedos rasgaron las cuerdas por primera vez y sus pulmones empezaron a desatar una tormenta atlántica supe al instante que poco tenía que ver con aquellas artistas a las que se le relaciona, léase Anni B Sweet o Zahara. Porque Elba tiene una voz portentosa, sí, pero el tono de sus canciones se mueve entre el negro y el gris, y la densa cortina sonora que le proporciona su banda hace que sus canciones suenen a lluvia, a estallido de cristales, a corazones rotos en pedazos. Tiene una voz portentosa, por supuesto, pero no la utiliza como único recurso si no como elemento diferencial para potenciar sus composiciones, algo que se agradece.

Pero Jane Joyd no es solo Elba y su voz, ni mucho menos. La gallega aterrizó en La Rioja en un formato bastante curioso, acompañada por batería, teclado y trompeta, una banda de altura que como digo sabe darle la envoltura necesaria a las complejas composiciones de la coruñesa. Destacaría sobre todo la excelsa labor de Xulio en la batería, un auténtico animal con las baquetas capaz de proporcionar a Elba y sus compañeros una contundencia y solvencia absoluta.

En cuanto al estilo, se me antoja complicado etiquetar algo tan complejo como el trabajo de esta prometedora banda, pero está claro que bebe de las raíces más profundas del folk americano. Dice cantar y componer en inglés por la sonoridad que le aporta este idioma, y lo cierto es que se me hace bastante difícil imaginarla cantando en español. Sea como fuere, esta chica es un diamante bien pulido y es fácil augurarle un largo recorrido en la escena musical del país, quien sabe si también fuera de nuestras fronteras. Yo desde luego os animo a que os acerquéis a esta gira que le va a llevar por todo el país y os dejéis seducir por la voz de lluvia de esta prometedora compositora que, casi lo olvido, presentó ayer su nuevo EP Shy Little Jane Presents; So Lost in this Bleak Winter Lanscape que podéis ecuchar aquí. Yo os dejo con una de las canciones que más me impresionó el sábado; Heartless Horse.


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