Hoy, 12 de agosto, no se me ocurre una canción mejor para regalarte que ésta. Una canción para tí, que sé que leerás esto, y sonreirás como tú sólo sabes hacerlo, iluminando el mundo, dándole brillo a todo. Hoy podría ser un día cualquiera, pero tú y yo sabemos que no, hoy tenemos motivos para ser felices y reírnos de la anunciada lluvia de estrellas. No me importa que esta noche caigan miles de ellas, yo hace tiempo que cogí la mía y no pienso soltarla, pero quiero verla contigo, eso sí, debajo de un enorme paraguas. Hoy no es que se me acaben las palabras, me las guardo en el bosillo para sacarlas en el momento adecuado, pero quería que escucharas Eleven days como la primera vez que lo hiciste, hace ya algunos meses. Quiero que la disfrutes como si nunca la hubieras escuchado, y que sientas todas esas que sé que nacen en ti cada vez que suena. Quiero que cierres los ojos y viajes hasta donde la canción te empuje, y allí, lejos, te estaré esperando, antes de que empiecen a caer estrellas...
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