Cuando un disco se me mete dentro me resulta imposible sacarlo de aquí, no sólo de mi cabeza, si no de mi estómago, de mis entrañas... No hay nada que más me guste que conocer a la perfección cada recoveco de un disco, llegar a todas las esquinas sin barrer de cada una de las canciones y sentir que, con el paso del tiempo, ya son parte de mi. No tenía referencia alguna sobre Carlos Siles hasta que descubrí la canción que os dejo esta mañana, Tobogán, y el flechazo fue tan fuerte que al poco tiempo ya tenía Cuántas veces habré intentado que juegues conmigo en el buzón de casa. Hoy lo tengo agarrado tan fuerte que nadie sería capaz de arrancarlo de mis manos, y vuelvo a él con mucha más frecuencia de lo que nunca hubiera imaginado. Un disco que contiene canciones como Cuadradorredondo, Casi Carolina, Baila nena o la propia Tobogán merece un trato especial, y ya se ha convertido en uno de esos tesoros poco conocidos que no te cansas de recomendar a sabiendas de la agradable sorpresa que se va a llevar quien lo escuche por primera vez. Porque hay pocas sensaciones como escuchar una buena canción por primera vez, y no sabeis lo que daría por no haber escuchado Tobogán nunca y desvirgarme ahora mismo...
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