martes, 7 de septiembre de 2010

Quique González en el Teatro Bretón de Logroño, 4 de septiembre del 2010

No habían pasado ni siquiera nueve meses desde la última vez que había visto un concierto del señor Enrique González, pero tenía las entradas en mis manos (gracias) desde que me enteré de que iba a tocar en Logroño. No era la primera vez que el Kid visitaba la capital de La Rioja (estuvo allí en el Actual del 2006), pero esta vez volvía para ofrecer una actuación muy especial en el Teatro Bretón de Logroño. Era la primera vez que entraba en el recinto, un pequeño pero acogedor teatro con una excelente acústica, y aunque al principio daba la impresión de que iban a quedar muchas butacas libres, para cuando empezó el concierto el salón estaba prácticamente lleno. Quique, puntual, apareció en el escenario poco después de las ocho y media de la tarde junto a su banda; Jakob Reguilón, Julián Maeso, Toni Jurado y Mario Raya, que debutaba el sábado con la banda.

Como podréis imaginar, de entrada la sorpresa fue mayúscula al ver a Mario (hermano de Carlos y guitarrista habitual de Rebeca Jiménez), y es que un servidor, desconectado de la actividad musical últimamente, esperaba encontrarse  a Javi Pedreira en el escenario. Eso sí, a medida que fueron cayendo las canciones todos pudimos apreciar que tiene calidad de sobra para trabajar codo con codo con tan ilustres compañeros. Arrancó Quique con Daiquiri Blues y Cuando estés en vena en un intento por sumergirnos en la atmósfera de su último disco, pero empezó a soltarse el pelo con Avería y Redención y Me agarraste, lo que el público agradeció, y es que se palpaban las  ganas de disfrutar del Kid después de tanto tiempo. Al madrileño se le veía cómodo y sobrado de confianza, nada que ver con el chaval tímido que se escondía detrás de los cuellos de sus camisas en sus comienzos. Además, pienso que canta mejor que nunca, una sensación con la que siempre me voy a casa después de sus conciertos.

Quique fue dejando caer temas de todos sus discos, haciéndome recordar la primera vez que lo escuché con Pájaros Mojados, partiéndome en dos con Kamikazes enamorados o sentándose al piano una única vez en toda la noche para llorar Pequeño Rock&Roll. Después se puso más rockero con Deslumbrado y Suave es la noche (nunca falla en sus conciertos) y a continuación se quedó sólo en el escenario con la única compañía de su guitarra, su armónica y un ténue hilo de luz iluminándole. Después de confesar que ignoraba qué iba a tocar, alguien alzó su voz sobre la de los demás y consiguió que el cielo se abriera y por fin, después de muchos años y nada más y nada menos que diez conciertos a mis espaldas, se hizo el milagro y Quique consiguió hacerme llorar como a un niño con Aunque tú no lo sepas. Pocas veces en mi vida he visto un silencio tan rotundo, y apostaría  a que no fui el único al que se le escapó una lágrima. Todavía en solitario, Quique tocó Bajo la lluvia, una de mis preferidas, aunque no pude disfrutarla del todo por no haberme repuesto del shock que supuso escuchar la canción que en su día escribió para Enrique Urquijo.

Después de pegarle otro trago al Daiquiri Blues con Nadie podrá con nosotros, Restos de Stock y La luna debajo del brazo, desaparecieron del escenario por primera vez, para volver al instante con Riesgo y Altura, un tema que no me acaba de convencer pero que consiguió atraer mi atención  por primera vez gracias a esos pedazo de músicos que acompañan a Quique, especialmente Mario, que se marcó un solo precioso. Atacó de nuevo con Su día libre, y me hizo temblar como si fuera la primera vez, como si fuera a largarse después con Miss Camiseta Mojada para volver a desaparecer. Esta vez, con todo el teatro puesto en pie coreando su nombre, volvió con la suavidad de Anoche estuvo aquí, y tuvo un guiño final para esos que van a sus conciertos sólo para escuchar los temazos regalándoles Salitre y Vidas Cruzadas, sumergiendo el salón en el habitual orgasmo colectivo.

Fue un concierto de algo más de dos horas en el que Quique (a pesar de equivocarse con las letras más de una vez, perdonado queda) y compañía estuvieron impecables y dejaron un sabor de boca inmejorable a todos los asistentes. Si he de buscar algún aspecto negativo, diría que pese a la elegancia de un teatro, prefiero el calor de una sala mil veces, eso de no poder saltar y romperte la voz se hace cuanto menos extraño. También diría ( y esto lo pienso desde el primer concierto de la gira), que después de escuchar la versión de estudio algunos temas se quedan a medias en algunos momentos por la ausencia de cuerdas y viento en el directo.

Un concierto más de Quique, y la misma sensación de que pocos artistas nacionales pueden ofrecer un directo de tanta calidad de siempre. Si algo me me ha demostrado el Kid es que, de momento, nunca falla. Me encantaría poder dejaros un buen puñado de videos, pero las amables azafatas del teatro se encargaron de que nadie pudiera grabar nada durante el concierto, así que tendréis que conformaros con la foto furtiva... ;)

Set list completo

Daiquiri Blues
Cuando estés en vena
Avería y Redención
Me agarraste
Hasta que todo te encaje
Pájaros mojados
Kamikazes enamorados
Un arma precisa
Pequeño Rock & Roll
Deslumbrado
Suave es la noche
Aunque tú no lo sepas
Bajo la lluvia
Nadie podrá con nosotros
El campeón
Restos de Stock
La luna debajo del brazo
Te lo dije
Riesgo y Altura
Su día libre
Miss Camiseta Mojada
Anoche estuvo aquí
Salitre
Vidas Cruzadas

11 comentarios:

illeR dijo...

buff, con el mono que tengo yo de Daiquiri...

angua bipolar dijo...

Buena crónica! y que ganas entran de daiquiri después de esto... pero creo que he cumplido ya, al menos por una temporadilla.
Por cierto, es Macaya es el culpable de que cada día cante mejor el Kid, lo acompaña con el pedal steak (cómo se escribe¿?)
y sin dudarlo cada día está más suelto, había que verlo en el luna... y yo tb lloro con Aunq tu no lo sepas... (pero no se lo digas a nadie) ;)
has visto la versión del palacio de congresos con los vientos???

Mikel dijo...

Iller, espero que aunque sólo sea por una vez, te estés muriendo de envidia! ;)

Mikel dijo...

Ey Angua!

Yo si pudiera volver a verlo esta misma semana ni me lo pensaba, soy así de yonki! ;)

Esta vez no estaba Macaya y no fue MArio quien se encargó del pedal steel, aunque no era del estilo al que suele usarse.

Y no, no he visto el video que dices pero lo voy a buscar de inmediato a ver si lo encuentro!

Saraiba dijo...

Yo lo he visto hace unos meses en Vigo, fue un concierto genial! Las canciones que sonaron eran practicamente las mismas que tu dijiste. Sonó una canción que me trae muy gratos recuerdos "Rompeolas" y en directo, no me gustó mucho, quizás la culpa la tenga esa ausencia que tu mencionaste de instrumentos de cuerda y viento.
Aún asi prometo que repetire, fue un concierto inolvidable.

Natalia dijo...

Me encanta Quique. Y ese debio de ser un conciertazo, sin duda.. Para mi gusto faltó "De haberlo sabido".
Ah, y soy la que te firmó en la entrada anterior.
Un saludo :)

Miruche Sorrentino dijo...

Es genial, un grande ^^. Por Asturias viene bastante, así es que en un par de años ya le he visto en concierto 3 veces, dos con "La aristocracia del barrio" y una vez en el "Daiquiri Blues Tour". Mañana estará en Gijón y me dolerá perdérmelo :(
Un saludo!

Anónimo dijo...

Me encanta tu crónica. Gracias!
Aquí tienes alguna foto robada más: http://www.flickr.com/photos/virtumm/

oramalaC dijo...

Excelente crónica. A mi el concierto de esta gira en teatros es el que más me ha gustado. Creo que deberia pensar seriamente en sacar algun directo de la misma.

Salud!

Anónimo dijo...

Aunque tú no lo sepas... increíble canción... La de veces que la habré escuchado y llorado con ella. Tuve la enorme suerte de que la tocó en el primer concierto al que fui: http://www.youtube.com/watch?v=SWhEuDcRhtg

Un saludo y GRACIAS porque descubrí a Quique a través de este blog y el de tu colega de "mi canción de hoy". ;)

jesus dijo...

tío, no sé en cuántos conciertos habremos coincidido ya, jeje... el caso es que estábamos unos cuantos locos de Bilbao por allí, eh?

Genial crónica, como siempre!